La cámara de alta velocidad da respuesta a problemáticas diversas y variadas dependiendo del ámbito en que se utilice. La podemos encontrar principalmente en las empresas de fabricación, que usan este tipo de cámara para controlar sus líneas de producción y su correcto funcionamiento. Con una cámara de esta calidad, cualquier fallo se detecta inmediatamente. Entonces, ¿en qué sectores se puede utilizar? ¿Y por qué resulta un elemento fundamental para la productividad?
¿Qué es una cámara de alta velocidad?
La cámara de alta velocidad, o cámara rápida, es una cámara que permite captar cientos, incluso miles de imágenes por segundo.
Permite analizar hasta el último detalle una secuencia filmada, con toda la precisión necesaria para detectar un fallo o una anomalía técnica. Su objetivo es estirar el tiempo al máximo y detectar lo que el ojo humano –o cualquier otra cámara más convencional– es incapaz de ver. Así pues, un segundo podrá alargarse ¡hasta 5 o 10 minutos!
La cámara de alta velocidad, tipo Trouble Pad, es un muy buen ejemplo de ello. De fácil instalación, esta cámara puede controlar toda una línea de producción y da apoyo a los equipos de mantenimiento industrial. En un proceso industrial, capta las imágenes y permite al operario grabar las secuencias, recuperar una de ellas y analizarla para ver dónde se encuentra la anomalía en la cadena de producción. Jugando con la velocidad de avance, es aún más fácil analizar el problema; es lo que ofrece Trouble Pad.
¿En qué sectores se puede utilizar una cámara de alta velocidad?
La cámara de alta velocidad tiene múltiples aplicaciones y responde a las necesidades de diferentes sectores de actividad. Su eficacia de grabación puntual en las líneas de producción o de fabricación es una auténtica ventaja para ajustar las máquinas. Podemos encontrarla en diversas industrias, como la farmacéutica, la cosmética, la del automóvil, la del packaging, los fabricantes de maquinaria de alta velocidad…
La cámara de alta velocidad… en la industria farmacéutica
La cámara de alta velocidad se utiliza mucho en farmacología, donde resulta especialmente útil. En la industria farmacéutica, el embotellado, la colocación del tapón en frascos y botellas, la disposición en blíster de comprimidos, los envases… deben controlarse con la máxima atención.
Las líneas de producción en la industria farmacéutica implican ritmos muy altos y unos elevados niveles de seguridad. Efectivamente, la fabricación de medicamentos, vacunas, productos inyectables (como la insulina) e ingeribles… requiere auténtica rapidez, con cadencias de 200 a 500 accionamientos por minuto, incluso más según sean los procesos de fabricación de la empresa.
Estos ritmos no permiten analizar de forma precisa toda la cadena de producción ni identificar los problemas mecánicos e industriales presentes.
No obstante, resulta esencial que estas operaciones de fabricación se lleven a cabo en las mejores condiciones y en plena conformidad.
Por lo tanto, el uso de una cámara de alta velocidad pasa a ser muy interesante y oportuno en este tipo de aplicación y en este sector de actividad.
Además, también es necesario garantizar que todas las piezas que entran en juego en las líneas de producción funcionan perfectamente. El frasco, el blíster, la jeringuilla, el dispositivo de aplicación… todos ellos deben cumplir las especificaciones del cliente y no deben verse alterados por un problema técnico en la cadena de producción. Las máquinas, que a veces tienen que realizar diferentes operaciones, han de estar siempre bajo control. ¡Con la cámara, esto es posible!
La cámara de alta velocidad… en la industria del automóvil
La cámara de alta velocidad también es necesaria en el sector del automóvil, en los crash tests.
Para garantizar la seguridad de un coche, de los pasajeros y del conductor, es importante realizar crash tests (pruebas de colisión). Así que para obtener resultados aún más precisos y fiables, el uso de una o varias cámaras de alta velocidad es la mejor solución. Los crash tests ponen en juego un gran número de equipos, que son caros, y el empleo de muchas cámaras es fundamental para garantizar que las pruebas se realizan correctamente. Se necesitan varias cámaras de alta precisión para controlar todas las direcciones y analizar todos los factores potenciales. Por ejemplo, este sistema permite analizar fácilmente el desplazamiento del maniquí del conductor dentro del habitáculo en caso de accidente, grabar los impactos, analizar las fuerzas cinéticas o incluso la deformación del vehículo…
La cámara de alta velocidad… para el packaging
La cámara de alta velocidad también ayuda a visualizar las líneas de envasado y a garantizar que todo funciona perfectamente. Desde el embotellado de agua, zumos de frutas, vinos, champanes… hasta la colocación del tapón en la botella, pasando por el envasado de quesos, carnes, verduras, caramelos, etc., la fabricación de latas de conserva, de latas de bebidas o incluso el etiquetado… todo pasa por ellas.
Para mejorar la productividad, todas estas aplicaciones son de interés para la cámara de alta velocidad y la toma rápida de imágenes a fin de analizar hasta el menor detalle de la fabricación y las distintas etapas. En cuanto los ritmos aumentan, es necesario ajustar los parámetros en las líneas de producción para que el nivel de productividad no genere problemas. Todo se detecta: un tapón mal colocado, una tapa que falta, la ausencia de la etiqueta en una lata, un envasado difícil… En el sector agroalimentario, ¡la cámara rápida es una auténtica ventaja!
La cámara de alta velocidad… para los fabricantes
Evidentemente, a los fabricantes de maquinaria de alta velocidad también les interesa este tipo de cámara. Los fabricantes pueden usar cámaras rápidas para ajustar sus máquinas, perfeccionarlas, probarlas a alta velocidad, ponerlas a punto y comprobar todas sus características bajo la atenta mirada de la cámara rápida. Eso permite mejorar los procesos, ofrecer máquinas seguras y funcionales, y obtener una buena evaluación.
Utilidad a toda prueba y en todo momento
Los equipos de mantenimiento y los técnicos encuentran así más rápidamente el fallo, la anomalía, el problema técnico que ralentiza el ritmo y desajusta toda la cadena de producción. Con la cámara de alta velocidad, la productividad es mejor, se garantiza el ahorro de tiempo y la rentabilidad está asegurada.
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